EL AUTOCONCEPTO. ¿QUÉ ES?
¿CÓMO INFLUYE EN EL ÉXITO ESCOLAR Y PERSONAL?
La imagen mental que
nos hacemos de nosotros mismos, con las virtudes y defectos que somos capaces
de reconocernos, tanto físicas como psíquicas, es lo que se denomina
“Autoconcepto”.
Se comienza a formar con nuestras primeras experiencias, en
las que descubrimos sonidos, colores, voces, y se va consolidando cuando nos
descubrimos como personas diferentes e
independientes a los demás.
Es más complejo de lo que podemos llegar a creer, ya que no
es un todo o nada, sino que es un proceso que dura toda la vida.
Esa imagen que tenemos de nosotros mismos, no es
invariable, sino que se puede modificar, y de hecho lo va haciendo en función a
nuestras experiencias, sensaciones, deseos y preferencias, que van variando
constantemente. Y van variando al igual que nuestra imagen debido a la relación
que mantenemos con los demás, esa conversación constante, que se convierte en
un pensamiento hablado, que es la retroalimentación, en la que se comparten
puntos de vista y experiencias. Y el significado que otros le dan a algo que
hemos vivido o sentido, nos ayuda a replantear nuevamente nuestros propios
pensamientos, para crear una y mil veces nuestro propio punto de vista ante la
propia realidad.
Con todo lo dicho hasta ahora, es fácil deducir, que el
autoconcepto no se crea solo como resultado de la percepción, en cuyo caso
estaríamos produciendo nuestro propio significado a partir de esas experiencias
sin verificarlas con los demás…creando una visión egocéntrica; sino que también
se crea y modifica gracias a la relación y comunicación con los demás. Si no se comparte, no hay crecimiento humano.

Siendo muy positiva
la relación con los demás para conseguir un autoconcepto más maduro. Aunque
debo señalar, que estas relaciones también tienen un matiz no tan positivo, y
es que la influencia que puede producir sobre nosotros mismos, es a veces
demasiado grande y en ocasiones negativa. Esto ocurre sobre todo en los
adolescentes, y en todas aquellas personas que tienen una personalidad poco
definida; un ejemplo sería aquel adolescente que modifica su imagen mental por
los comentarios de otros hacia su físico. Y cuando se sienten menos que los
demás, tienden a perder la iniciativa de aprender, de trabajar o esforzarse, y
por lo tanto, alcanzan el fracaso escolar y personal.
Por tanto, igual de
importantes que son la relaciones con
los demás, lo es el tener y mantener un espíritu crítico que nos permita ser
realistas, aceptando nuestros defectos, pero sin olvidar nuestras virtudes y/o
posibilidades.
Como maestros/as,
padres/madres debemos fomentar ese espíritu crítico a través del diálogo,
respeto de turnos de palabra, valoración de las aportaciones de cada uno, sin
menospreciar ninguna de ellas.
Está demostrado que
las personas que presentan un autoconcepto positivo, tienen mayor capacidad
para actuar de forma independiente, tomar decisiones y asumir
responsabilidades, para enfrentar retos y una mayor tolerancia a la
frustración, que les permite afrontar mejor las contradicciones y los fracasos.
Esto indica que el autoconcepto tiene una gran influencia
en el control emocional y en la forma de percibir los cambios y la realidad. Un
autoconcepto positivo y un espíritu crítico, nos permite asumir nuestros
errores e intentar dar respuesta a los contratiempos.
Es interesante, por tanto, conocer el autoconcepto de los
más pequeños, para jugar con la ventaja de saber el valor que le están dando a
hechos que están ocurriendo, fracasos que hayan sufrido, así como los
mecanismos de defensa que pongan en práctica ante éstos.
Y bien, conociendo el autoconcepto, que puede ser positivo
o negativo, y que se modifica constantemente; posibilitando que pase de ser
negativo a positivo, añadir que guarda una gran relación con la autoestima.
Mientras que el primero es la imagen mental que nos hacemos de nosotros mismos
a todos los niveles; la segunda es la valoración que hacemos de ese
autoconcepto, así si es positivo la autoestima será positiva, lo que hará que
tengamos confianza en nosotros mismos para afrontar y para conseguir nuevos
retos, muy importantes en todo el proceso educativo durante la etapa de
desarrollo.

Reiteradamente, se ha manifestado que la imagen de sí mismo
que tiene el estudiante y su autoestima, ejercen una influencia significativa
en su rendimiento escolar.
Existe una relación entre la conducta de la persona en la
escuela y los logros en ella, con los sentimientos sobre su propia persona y la
confianza depositada en uno mismo.
¿CÓMO ASEGURAR UN AUTOCONCEPTO POSITIVO?
Enseñándoles a:
- tener presente que nadie es perfecto, y que la
equivocación es el primer paso de un aprendizaje significativo.
- reconocer que ellos son los principales responsables de
sus propios pensamientos, emociones y acciones, buenas o perturbadoras.
- observar cómo piensan, sienten y se conducen cuando se
perturban innecesariamente a sí mismas, a causa de no ser perfectos, de cometer
errores,...
- comprometerse en la dura tarea que será cambiar de
actitud, modificando sus pensamientos distorsionados.
Tenemos la oportunidad, por tanto, de efectuar cambios en
su autoconcepto o imagen mental.
¿CÓMO AYUDAR A CAMBIAR EL AUTOCONCEPTO NEGATIVO?
La idea inicial sería la que entiende el ambiente libre de
fracasos. Fomentando el pensamiento de que todos nos equivocamos y todas las
experiencias son un éxito.
Ello dará lugar al pensamiento “soy bueno, soy capaz y me
aprecian”, lo que desarrollará el optimismo necesario para realizar esfuerzos,
establecer relaciones interpersonales saludables, afrontar nuevos retos,...
Cuando la autoestima es negativa, es necesario que les
brindemos experiencias en las que con total seguridad alcancen el éxito,
brindándoles la oportunidad de alcanzar ese necesario optimismo.
Siendo muy interesantes los elogios y estímulos que
refuerzan los logros.
Existen muchas actividades
interesantes que se pueden llevar a cabo, tanto en grupos como individuales.

Una actividad que
puede realizar uno solo, con orientación de un adulto sería la creación de un
álbum personal, en el que contar con:
- Una portada con su fotografía preferida.
- Globos: Una hoja llena de globos, en cada globo ir
incluyendo cosas que le gusta hacer.
- Camiseta: Una hoja con una gran camiseta dibujada, en
cuyo interior tendrá que pintar el animal preferido.
- Ventana: Una hoja con una ventaja abierta, en la que
dibujar el sitio preferido.
- Autorretrato: Dibujarse a sí mismo.
- Soy capaz: Una hoja en la que escriba una lista, o
dibuje, aquellas cosas de las que se siente capaz.
- Deseo aprender: pegar recortes de prensa de imágenes de
cosas o acciones que desea aprender a hacer.
- ...etc.
Se pueden incluir infinidad de hojas, que recojan, como es,
como se siente, sus deseos, sus preferencias (animales, lugares,...), la imagen
que tiene de sí mismo... todas ellas deben ser comentadas por un adulto, que le
comente por ejemplo, si le faltan cosas
que no ha incluido y que si es capaz de hacer, aumentando y mejorando su
autoconcepto.



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